Karl von Scherzer, 1857
El Perú del siglo XIX era una tierra extraña y desconocida para la Europa no española, a excepción de la República de Génova con la cual se mantenían lazos comerciales y migratorios desde antes de la Independencia. Bajo esta premisa y con el ideal decimonónico de los viajes de aventuras, las descripciones de parajes exóticos y novelas escritas sobre el tema proliferaban. Asimismo, la investigación científica alcanzaba altas cuotas como nunca antes se había visto y remecían los cimientos del conocimiento hasta ese momento establecido (los viajes de Charles Darwin revolucionaron hasta la religión). Y nuevamente, el Perú era un destino codiciado por sus riquezas naturales y su agreste geografía, que contaba como suyas la cordillera de los Andes y el nacimiento del río Amazonas, así como su rica cultura pre-hispánica; todo esto novedad a ojos de la europa no española.
Dentro de los viajeros que visitaron, describieron e ilustraron el Perú, se encuentran varios alemanes, el más notorio y recordado es Alexander von Humboldt quien gracias a un permiso especial concedido por la corte de España pudo aventurarse en la América Española en los años previos a la Independencia. Pero también hubo otros viajeros quienes visitaron el Perú Republicano (tema de este blog) y publicaron sendos textos sobre el país; como el austriaco Karl Scherzer, el suizo Johann von Tschudi y el hamburgués Friedrich Gerstacker (al utilizar el término "alemanes" me refiero a aquellos viajeros de la esfera de países de habla alemana de aquel entonces). Este post es sobre el primero de ellos.
Karl Scherzer nace en 1821, en la ciudad de Viena. Cursó estudios de medicina y geografía, asimismo se le menciona como naturalista de profesión. Uno de sus primeros viajes fue acompañado de Moritz Wagner, con destino a América del Norte, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, San Salvador y las Antillas. A raíz de este viaje escribió "Reisen in nordamerika" en 1854 y "Wanderungen durch die Mittelamerikanischen Freistaaten" en 1857.
Discípulo de Humboldt, intervino en la expedición científica de la fragata de guerra "Novara", en la que estuvo acompañado por el dibujante Joseph Selleny. Zarparon del puerto mediterráneo (en aquel entonces austriaco) de Trieste y enrumbaron al estrecho de Gibraltar en abril de 1857. Antes de partir, se entrevistó con Humboldt, con J. Tschudi y con E. Poepping pidiéndoles consejos sobre los lugares a recorrer.
Indígenas en Java
Avanza por el Atlántico hasta llegar a Río de Janeiro, localidad en donde estuvieron varios meses y posteriormente zarparon rumbo a Africa, cruzando el Cabo de Buena Esperanza en octubre de 1857, pasan por Ceylan en enero de 1858 y en Madras (India) en febrero de 1858. Llegan en abril de ese año a Singapur y la isla de Java, para junio se hallaban en Filipinas y al mes siguiente en Hong Kong y Shangai; recorrieron Australia en noviembre en donde comentan la introducción de llamas y alpacas en Gales del Sur y Victoria, a cargo de Josué Weddington, inglés radicado en Santiago de Chile, con éxito notable.
En diciembre de 1858 parten a Nueva Zelandia, cruzan el Pacífico entre febrero y abril de 1859, llegando finalmente a Valparaíso, donde desembarcan los expedicionarios e investigan las regiones de Quillota y Valdivia, focos de inmigración alemana en Chile. En mayo de 1859 Scherzer regresa a Santiago en donde se entera del estallido de un conflicto en Europa el cual involucraba directamente a Austria y Francia, y siendo la fragata "Novara" un barco de guerra se hallaba en la obligación de regresar a Austria inmediatamente. La fragata "Novara" parte rumbo al Cabo de Hornos para luego cruzar el Atlántico hacia Gibraltar, pero Scherzer para poder cumplir sus objetivos y poder visitar Perú, pide un permiso especial de tal modo que parte por su cuenta en vapor al Perú y Panamá, para luego alcanzar a la "Novara" en el Atlántico.
Mujeres chilenas
A bordo del vapor "Callao" hace cortas escalas en Coquimbo e Iquique, luego en Arica, Islay, Pisco, durante las cuales se da tiempo para estudiar y describir los yacimientos salitreros de Tarapacá y la riqueza del guano de las islas de Chincha, para finalmente desembarcar en el Callao. Se queda en Lima por 19 días durante los cuales visita la Biblioteca Nacional y se entrevista con su director, el ilustrado sacerdote católico Francisco de Paula Vigil. Visita el recién construido edificio de la Penitenciaría de Lima, recorre los restos arqueológicos de Cajamarquilla y Pachacamác, describe el uso por parte de las damas limeñas de la "saya y el manto" (las tapadas), las corridas de toros y el balneario de Chorrillos. Se entrevista con el Mariscal Ramón Castilla, a la sazón Presidente del Perú y con importantes miembros de la colonia alemana como Wilhelm Brauns, Cónsul General de Hamburgo y jefe de la casa comercial Huth, Grüning & Co., Heinrich Berckemeyer, Cónsul de Bremen, Johann Gildemeister, Julius Pflücker y E.W. Middendorf, entre otros.
Balneario de Chorrillos
Es importante, al leer la obra de Scherzer, enmarcar sus opiniones personales en la época en la cual vivía, una época de incrementada pasión por el conocimiento, pero a la vez sumamente racista; y diferencias sus escritos entre las opiniones que emitía y las descripciones objetivas que realizaba de los lugares recorridos. Por ejemplo, la descripción que hacía de la política del Perú y de Ramón Castilla es la siguiente:
"La situación del Perú desde la separación de España en el año 1822, los desórdenes permanentes y las guerras civiles, tanto como el hecho de que un mestizo sin cualidades intelectuales y culturales, como Ramón Castilla, se pueda sostener toda su vida como presidente de la República, demuestran en forma clara la decadencia política y moral del Estado peruano. Todos estos FORMIDABLES países desde el Perú a México han caído en una situación de desorden y degeneración... debido a la holgazanería y torpeza de los mestizos que los pueblan, de la cuales la salvarán solamente debido a una gran inmigración extranjera..." (como vemos, las teorías racistas se involucran en las teorías sociales y políticas, de acuerdo al modo-erróneo- de la época).
Patio del Convento de San Francisco
Menciona también un comentario sobre la primera inmigración alemana, la organizada por Antolín Rodulfo:
“En marzo de 1852 llega al Perú 5 barcos con 1100 emigrantes al Callao, poco después enfermaron de fiebre y disentería la mitad de ellos. El empresario peruano que los trajo fue Antolín Rodulfo que recibió del gobierno 30 dólares por cada inmigrante, al mismo tiempo él hizo un contrato en Alemania con los emigrantes en el cual se les obligaba a servir 5 años con sueldo mínimo y vendió estos documentos en el Perú a las personas que necesitaban obreros o sirvientes. A los 6 meses de la llegada de los emigrantes sobrevivieron sólo 500 y tuvo que intervenir el cónsul alemán y comerciantes extranjeros influyentes para aliviar su destino”.
Basado en esto, sumado a las inquietantes noticias sobre el destino de las expediciones de tiroleses en el Pozuzo, uno de sus objetivos era visitar la colonia y constatar las condiciones en las cuales vivían los colonos, con la orden de regresar a Austria a aquellos colonos que así lo deseasen; sin embargo dadas las circunstancias de la declaratoria de guerra y el regreso de la fragata "Novara" no pudo viajar hasta Pozuzo. Como anécdota, menciona que las relaciones entre la colonia italiana con el pueblo peruano eran tan sólidas que muchos de los problemas que tenían los tiroleses eran debidos a su condición de austriacos, imperio que a la sazón se hallaba en conflicto con Italia.
Como buen naturalista, se hallaba interesado sobre todo en dos plantas peruanas, la quina y la coca. Sobre la quina, menciona que el intento de aclimatarla en las islas de Java fracasó, y que las propiedaes antimaláricas que poseía eran muy útiles. Sobre la hoja de coca, se lleva un buen cargamento para investigación, conociendo sus propiedades estimulantes y en la búsqueda del principio activo. Durante su visita al valle de Lurín, conoce a los coolíes chinos empleados en las haciendas, refiriendo que pese a su aspecto sucio y descuidado, parecían gozar de mejor salud que los coolíes en Brasil e India.
En Lima, visita los hospitales de San Andrés y Santa Ana, y el Hospital de Locos en el cual se entrevista con su director, el doctor Casimiro Ulloa. Visita también la Facultad de Medicina, opinando que la presencia de Antonio Raimondi le dará un impulso a su formación científica.
El 1 de agosto zarpa del Callao rumbo al norte, visita Huanchaco, San José y Paita, describiendo el desaparecido idioma mochica hasta ese momento hablado por los pobladores de Etén. Llega a Panamá y evalúa los planes de construcción del futuro Canal de Panamá, es en esta ciudad en donde el 20 de junio de 1859 se entera de la muerte de Alexander von Humboldt, el maestro al cual le había pedido consejo sobre qué lugares visitar antes de su viaje. Finalmente, llega a bordo de la "Novara" al puerto de Trieste el 26 de agosto de 1859. Se dedica a revisar sus escritos los cuales son publicados en "Reise der Oesterreichisschen Fregatte Novara in dem jahren 1857, 1858, 1859" en Viena en 1862.
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(1) Ingrid Schulze Schenider. Alemania y América. Ediciones MAPFRE 1995.
(2) Estuardo Núñez. 4 Viajeros alemanes al Perú. Relaciones desconocidas de: W. Bayer, K. Scherzer, F. Gerstaecker y H. Zoller. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1969. Las fotografías son tomadas de este texto.
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