miércoles, 4 de marzo de 2009

La colonización del Amazonas (I)


Mapa del Amazonas

Una vez obtenida la independencia, la entonces joven República del Perú se embarcó en una corriente que recorría el continente, el tema de la inmigración.

A diferencia de otros países como Estados Unidos, Argentina y Brasil, el Perú presentaba una geografía accidentada, en donde las planicies o pampas no son muy abundantes. En la costa del Pacífico, la región con mayores vías de comunicación tanto terrestres como la ventaja del mar, la norma eran las haciendas, grandes extensiones de terreno dedicadas generalmente a cultuvos agrícolas y en unos pocos casos, a la ganadería. Esta región natural del Perú ya se hallaba copada por la oligarquía descendiente de los españoles y por los nuevos propietarios, generalmente caudillos militares y comerciantes, quienes más que inmigrantes dispuestos a convertirse en pequeños propietarios, necesitaban mano de obra barata ("semi-esclava"); los intentos de asentar una colonia en la región fueron funestos, tanto en el caso de las familias vascas de Talambo como los napolitanos traídos por Tomás Caivano a Ica, debido a las condiciones que se les imponían, similares a los coolíes, condiciones que los europeos no aceptaban de ningún modo.

En la región andina, contrariamente a lo que se propugnaba como causa de la necesidad de la inmigración, no existía un "vacío demográfico" el cual llenar con inmigrantes. Las ciudades como Arequipa, Cusco, Puno, Ayacucho y Cerro de Pasco contaban con suficientes peruanos como para no caer en la idea de la falta de población, y básicamente el negocio era la agricultura en pequeña escala y la metalurgia. En 1845 el empresario de Breslau (actual POLONIA) Carlos Pflucker trajo un contingente de diecisiete operarios alemanes procedentes del Hartz (región metalúrgica en Alemania central) para trabajar en Cerro de Pasco. Sin embargo, desavenencias con las autoridades locales y el sistema de trabajo hicieron fracasar el asentamiento de estos mineros extranjeros, con juicio de por medio, puesto que la idea era traerlos a manera de prueba para luego traer más inmigrantes alemanes.

En cambio, en la provincia conocida en aquel entonces como Provincia Litoral de Loreto, con escasos centros poblados y con una vasta cantidad de regiones inexploradas, fértiles y calurosas -cuando no endémicas de paludismo- pobladas de nativos amazónicos parcialmente contactados y con grandes ríos navegables que formaban una red de comunicación natural y confluían dando origen al Amazonas, el cual por la ruta del entonces Imperio de Brasil, llevaba al Atlántico, se pensó como la región ideal para asentar colonos europeos.

En base a ello se dió la ley del 21 de noviembre de 1832 por la que se estipulaba conceder gratuitamente a todos los que quisiesen establecerse en la región, peruanos o extranjeros, los títulos de propiedad de terrenos, desde dos hasta cuarenta fanegadas, de acuerdo a la capacidad de cultivo que tuviesen los nuevos propietarios. Y para el 25 de enero de 1843 se le encarga a las autoridades civiles, militares y eclesiásticas del departamento de Junín, que fomenten y protejan cada una por su parte, la empresa propuesta por el P. Fr. Manuel Plaza de abrir el camino del Pozuzo a Pasco y de mejorar el del Mairo al Pozuzo, proporcionando los auxilios necesarios para llevar a cabo estas obras, con miras a un futuro asentamiento de colonos. El 24 de mayo de 1847 en sesión congresal se votan 100 000 pesos para el reconocimiento de los ríos cuya navegación pueda facilitar las comunicaciones del interior con el Atlántico, 25 000 pesos para el camino del Cerro de Pasco al Pozuzo por la montaña de Huancabamba, y 25 000 pesos para el camino de Huánuco al Mayro.

Muy pocos europeos se aventuraron por su cuenta y riesgo a establecerse en dichas regiones, incomunicadas y rodeados de peligros como ataques de indígenas, animales salvajes, lluvias torrenciales y enfermedades endémicas. Hasta que llegó la primera inmigración alemana, de la mano del agente Antolín Rodulfo, con los funestos resultados que hemos reseñado en un post anterior. Sin embargo, un grupo de estos inmigrantes en 1853 formó parte de dos expediciones destinadas a colonizar las regiones de Tarapoto y Moyobamba.


Moyobamba

Dichas expediciones partieron de Lima acompañados del alemán Cosme Damian Schutz, a la sazón residente (y con carta de ciudadanía) en el Perú quien se hallaba asociado con el empresario minero Manuel Ijurra, negociando un contrato con el Estado para traer inmigrantes alemanes. El 1 de junio de 1853 se les expide las cartas de ciudadanía correspondientes a los europeos Carlos Federico Dominico, Guillermo Baner, Juan Kroger, Carlos Kuhn, Guillermo Wersh, Federico Wersh, Augusto Forgens, Guillermo Tuppen, Augusto Kroll, Augusto Lorenzen, Juan Torbom, Juan Mishlenstadt, Luis winterstein, Cristobal Holz, Guillermo Jakobi, Augusto Hachmeister, Guillermo Dorovends, Federico Gartner, Guillermo Hanenstein, Juan Wakob, Augusto Gellert, Guillermo Possert, Julio Enrique Behrens, Federico Bathmann, Guillermo Schsof, Francisco Gruber, Carlos Botlman, Enrique Locher, Augusto Siegnitz, Federico Brending, José Jungmann, Gustavo Holzel, Federico Kleefus, Guillermo Reinecke, Carlos Tuhrmann, Adam Jhelsheimer, Gustavo Enrique Mollard, Antonio Kramer, Carlos Kleist, Juan José Bernard, Tomás Macvary, Pedro Ripoli, quienes marchaban a colonizar Loreto.

Sobre la ruta y destino de los colonos, Raimondi en su obra de 1862, "Apuntes sobre la provincia litoral de Loreto" lo siguiente:

Estos colonos salieron de Lima para el Cerro de Pasco, de donde pasaron a Huánuco, después marcharon a pie hasta Tingo María y bajando por el río Huallaga, se introdujeron en Tarapoto y Moyobamba. Imagínense ahora los trabajos que habrán pasado, solamente en el camino de Lima al Cerro, hombres que nunca tal vez, habían montado un caballo y atravesar la encumbrada cordillera, sin tener la menor idea de que en Perú hay lugares más fríos que los de Europa de donde venían. Después de esta primera prueba, marchar a pie por caminos muy escabrosos, bajar el Huallaga con todos sus peligrosos malos pasos, en pequeñas embarcaciones que se voltean al menor movimiento, sufriendo mil privaciones, no hallando sino plátanos por alimento, expuestos a las fuertes lluvias y continuamente atacados por los murciélagos, los mosquitos y los zancudos. El colono que sufre todos estos trabajos en el camino pierde todas las dulces ilusiones que se había formado del lugar donde va a establecerse, pensando que tal vez, tendrá que vencer obstáculos mayores, de los que está pasando en el camino, y como en la ruta que hemos señalado, se va siempre marchando, de mal en peor, el colono llega a perder todas sus esperanzas y a la primera ocasión favorable se dispersa. Esto es lo que ha sucedido con las expediciones enviadas en 1853 de las que solo 3 o 4 individuos llegaron hasta Moyobamba.


Arona en su célebre monografía relata referente a estas expediciones lo siguiente:

"Se gastó una crecida suma (dice el ministro Manuel Morales en 1858) en remitir dos expediciones completas de alemanes y de algunos peruanos para reunirse a ellas, pero como los terrenos no habían sido preparados oportunamente, y como aquellas regiones están separadas por inmensos desiertos de los pueblos civilizados de la República, esos colonos cuya mayor parte eran aventureros corrompidos, se dispersaron, llevándose los instrumentos y provisiones que habían recibido en la capital."




Río Amazonas

Sin embargo, revisando la colección de documentos referentes al departamento de Loreto compiladas por Carlos Larrabure Correa en 1905, encuentro una versión muy diferente a las dos versiones anteriores.

En este documento, se consignan las comunicaciones oficiales referentes al destino de los colonos alemanes y los hechos ocurridos durante su recorrido. Por ejemplo, el Prefecto de Amazonas Santiago Rodríguez el 30 de mayo de 1853, le informa al subprefecto de Moyobamba que se dispone a partir una expedición de colonos alemanes quienes saldrán del Callao por mar rumbo a Huanchaco, de donde partiran a pie a Trujillo, Cajamarca, Chachapoyas, Moyobamba y luego a Balsapuerto, lugar donde serán embarcados a los puntos donde los establezcan Ijurra y Schutz, y le solicite les brinde las atenciones del caso, tales como provisiones, bestias de carga, guías locales, instrumentos de labranza y semillas. Como vemos esta ruta difiere bastante de la señalada por Raimondi.

El Prefecto de Amazonas le comunica al subprefecto de Moyobamba el 30 de junio de 1853 que los inmigrantes alemanes destinados a colonizar Mainas han llegado el 27 de junio el puerto de Marañón de Balsas, en un número inferior a cien individuos, número que estima se incrementará con pobladores locales que se unan a la expedición. El 25 de julio el Gobernador de Mainas Francisco Alvarado comunica al gobernador del pueblo de Muniches que se halla próxima la expedición colonizadora compuesta de 300 personas destinados a poblar las riberas del río Marañón y el Napo, ordenándole que les brinde los auxilios necesarios y las canoas para la navegación y transporte fluvial.

Para la quincena de agosto de 1853 el Prefecto de Amazonas comunica al subprefecto de Moyobamba el envío de una segunda expedición de colonos, dirigidos por José Monteza, compuesta por 56 hombres, 2 mujeres y 5 niños, quienes saldrán del Callao rumbo a Huanchaco y luego por tierra hasta Loreto, en donde se les unirán 33 personas más, solicitándoles las mismas atenciones brindadas a los colonos dirigidos por Ijurra y Schutz de la primera expedición. El 28 de agosto llega esta segunda expedición a Chachapoyas conducida por Monteza con 51 inmigrantes, habiéndose diseminado el resto en La Libertad, diez colonos más se unen a la misma y parten el 15 de setiembre rumbo a Moyobamba, llegando a esta localidad y embarcándose a Balsapuerto el 8 de octubre. Hasta ahí cesan los datos referidos al viaje de las dos expediciones.

Pero dos años después, el 15 de Julio de 1855, el gobernador general del litoral de Loreto, Francisco Alvarado, redacta un informe sobre el estado de las colonias al ministro de estado en el departamento de gobierno, de donde extraigo lo siguiente:

... En contestación y aprovechando de la confianza con que S.E. se digna honrarme, debo decir a US. que la primera colonia que remitió el gobierno anterior, fue compuesta de hombres inmorales y corrompidos, que atropellando a las autoridades y maltratando a los pueblos desde Trujillo hasta este litoral, solo sirvieron para hacer un gasto inconsiderado al erario nacional, y después de colocarse en el pueblo de Caballo-cocha, adonde fueron destinados de orden suprema, se ocuparon sólo de destruir aquella población cometiendo toda clase de excesosm sin que el poder de la autoridad ni la persuación, hubiesen sido suficientes para inclinarlos al trabajo ni a la más leve industria en el país, hasta que se marcharon para el Brasil en diferentes fracciones... de 96 individuos que desgraciadamente ingresaron a estos valles y se situaron en Caballo-cocha, solo ha quedado un ruso con su esposa, nombrado Augusto Crolk, de ejercicio sastre y hombre de bien, y un francés nombrado Luis Floré con seis personas de familia, situado en el pueblo de Pebas, pero hombre inmoral y corrompido...

... La segunda colonia conducida por José Monteza, en número de sesenta individuos, los más, jóvenes de volante e incapaces de cultivar la tierra, llegaron hasta este punto sin recursos de ningún género... y hallándose en la imposibilidad de poder trabajar, contramarcharon por fracciones, ocasionando mil molestias a los pueblos, y sólo ha quedado en este lugar una desgraciada familia compuesta de seis personas, que no pueden trabajar en ninguna cosa ni avenirse con el temperamento, ni con las malas comodidades que este lugar refiere.

Las dos colonias han desaparecido pues, dejando amargos recuerdos en todos estos lugares, después de haber hecho un gasto considerable al erario nacional, y la mayor parte de los primeros ha aumentado la población del imperio del Brasil..."


Vemos aquí claramente cómo existe una contradicción entre Arona y Raimondi sobre el destino de estas expediciones en cuanto al número de colonos que llegaron a su destino (3 o 4 versus 96 y 60), aunque ambas versiones coinciden en el fracaso de este intento migratorio.

Pese a este infructuoso intento -es discutible achacarlo al caracter o a las "malas costumbres" de los colonos en contraposición a achacarlo a la escasa o nula previsión del estado para la colonización- aun el gobierno continuaba sus planes de colonización en la región de la montaña. Producto de este empecinamiento se originó años después la colonia tirolesa y prusiana de Pozuzo, la cual estuvo aislada del resto del país prácticamente cien años y que aun hoy en día es difícil llegar en época lluviosa.

Incluso hasta una fecha tan posterior como 1890, en un informe redactado por Samuel Palacios sobre la colonización de Caballococha se menciona lo siguiente:

Para el verdadero y sólido progreso del departamento de Loreto y para que el Perú pueda aprovechar de las inmensas riquezas que se hallan en estas agrestes regiones, es indispensable que se establezca una gran corriente inmigratoria, que inyectando fuerza y poderosa savia, convierta al indio en elemento de actividad y lo saque de la gran apatía en que se encuentra… siempre que se trata de colonizar una región, es indispensable fijarse en que los inmigrantes puedan fácilmente adaptarse a las condiciones del nuevo país en que van a residir. Por eso y teniendo en cuenta el clima y demás condiciones de Caballococha creemos que pueden fácilmente adaptarse allí inmigrantes oriundos de los países meridionales de Europa y septentrionales del Africa. Esos individuos encontrarían en los terrenos de Caballococcha condiciones muy análogas a sus lugares de nacimiento y en poco tendrían que variar su género de vida y costumbres.


Sin embargo, en el siglo XIX también hubieron voces disonantes sobre este proyecto de colonización amazónica, como la de Manuel Pardo en la Revista de Lima (1860):

"
En otro lugar hemos tenido ocasión de manifestar cuan peligroso y absurdo es dedicar la inmigración europea a poblar los territorios del Amazonas y cuanto más fácil y racional sería hacer seguir en el Perú a la inmigración europea el mismo camino que en todas partes ha seguido, esto es llamarle hacia la parte poblada de nuestro territorio, donde cuenta con cuantos elementos necesita para ejercer sus industrias y donde al mismo tiempo que es muy conveniente puede hallar ella misma condiciones de prosperidad más seguras que en el corazón de nuestras montañas… "


Y por supuesto, la de Arona en su celebérrima monografía, en donde califica el sueño de colonización amazónica como "las mismas palanganadas de siempre, en tierras que de feraces no tienen nada sino FEROCES" sumada a la voz de Pedro Gález en su Proyecto de Inmigración de 1872, en donde señala que los contratos de inmigración previos habían sido de malísimos resultados y celebrados con empresarios particulares, escasos de medios y de relaciones para traer inmigrantes, cediéndoles a los inmigrantes terrenos baldíos en la montaña: "los individuos, venidos a consecuencia de estos contratos han desertado en parte, y los demás han sido transportados a esos sitios más o menos aislados, aunque fértiles, y de allí se les ha dejado sin medio seguro de fomento de progreso ni de orden."

Esta en consecuencia, la frustrada y negligente colonización del Amazonas, explica el fracaso de las políticas inmigratorias del estado peruano en el siglo XIX.






----------------------
(1) Juan de Arona. La inmigración en el Perú (1891)
(2) Carlos Larrabure y Correa. Colección de leyes, decretos, resoluciones y otros documentos oficiales referentes al departamento de Loreto (1905)
(3) Antonio Raimondi. Apuntes sobre la provincia litoral de Loreta (1862)
(4) Manuel Pardo. Inmigración vascongada. Revista de Lima (Agosto, 1860)
(5) Pedro Gálvez. Proyecto de inmigración al Perú (1872).

8 comentarios:

Alessandra Pinasco dijo...

Lo MÁXIMO tu blog!

Eduardo Salazar dijo...

Gracias por el comentario!

ARTICULACION SENA-SAGRADO CORAZON dijo...

hola amigo soy colombiano realice mi trabaj ode grado sobre la colonizacion del amazonas y el conflcito colombo peruano 1880-1932
me parecieron tus apuntes muy interesante pero no veo nada del enclave arana quiera ponerme encontato contigo mi mail es fulvio1234@hotmail.com gracias

ARTICULACION SENA-SAGRADO CORAZON dijo...

hola amigo me parecio muy interesante tu trabajo quieroa contarte que hice mi trabaj ode grado sobre la colonizacion del amazonas y el conflicto colombo peruano 1880-1932 quiera poder intercambiar inforacion contigo mi correo es fulvio124@hotmail.com gracias

Eduardo Salazar dijo...

Hola Fulvio, gracias por escribir. El enclave Arana si mal no recuerdo se refiere al area asignada al cauchero y empresario J. Arana, en el Putumayo, zona que actualmente pertenece a Colombia, donde segun abundante bibliografia, se realizaron flagrantes violaciones a los derechos humanos.

Dicho tema, resenado por Vargas Llosa en su ultima novela, pertenece a principios del S. XX, es muy interesante pero queda fuera de los alcances del presente blog.

Mi correo es edu.salazar79@yahoo.com, encantado de compartir bibliografia al respecto. Existe mucha, en ingles y espanol, en la web www.archive.org.

Saludos cordiales,
Eduardo

Anónimo dijo...

Breslau = Wrocław = actual Polonia y no Republica Checa

Eduardo Salazar dijo...

Correcto, Breslau queda actualmente en Polonia.
Gracias por la correccion.

Eduardo

Franklin julio de la cruz dijo...

bien